En el norte de Campeche en el municipio de Hecelchakán se encuentra Pomuch, en el llamado Camino Real, casi a la mitad entre las ciudades de Campeche y Mérida. Es un pequeño pueblo con arquitectura virreinal y casas mayas de piedra, madera y palma, que crean una mezcla indisoluble de culturas. Su nombre se origina cuando los primeros españoles preguntaron cual era el nombre del lugar a los habitantes que estaban en el cenote del centro del pueblo, ellos contestaron en maya que estaban lavando (Tin-Poo = lavar) y de la fauna del cenote les dijeron, son (Much = sapos); así fue denominado (Tix-Pocmuch) y hoy es conocido como Pomuch por sus alrededor de 10,000 habitantes. En su centro destaca la iglesia de la Purísima Concepción construida en 1636, la cual aun funge como centro de reunión de hombres y mujeres vestidos con ropas blancas de algodón: es un pueblo con olor a pan y tradiciones que rememoran su ancestral pasado maya.
CON AROMA A PAN
Para los viajeros peninsulares de todos los tiempos, visitar Pomuch, implica probar algunos de sus platillos tradicionales dulces, salados o agridulces; y para la comida están los condimentados como el Chilmole, Salpimentado, Frijol con Puerco, Relleno Negro y Blanco, Lechón, Cochinita Pibil, Pibipollo, y muchos más; de postre está el Horoch de Calabaza y el Saranchac, así como atoles agrios y dulces. Pero es mejor conocido como la Panadería de Campeche, debido a su delicioso pan, variado en nombres sabores y formas, como Pichones (relleno de jamón, queso amarillo y chile jalapeño), Hojaldra, Tuti, Trenzado, Macizo, Rosca, Camelia, Polvorón, Pan de Anís, de Mantequilla, de Yema, y el famoso Pan de Pomuch, Panetela o Escotofi. Este pan es casero hecho diario en hornos a la leña y lo elaboran panaderías como La Huachita, El Pan de Pomuch, La Conchita, Los Tres Reyes, La Lupita, y otras. Cuando recorra este Camino Real, no olvide llevar su pan de Pomuch, de lo contrario es como si no hubiera pisado esta tierra llena de encanto y misticismo. Tampoco olvide comprar hamacas, alpargatas, hipiles bordados y de hilo contado de varios modelos.
DÍA DE MUERTOS
En Pomuch, los muertos no asustan, porque se les espera con nostalgia, con antiguos rituales mayas que cada año cobran vida; la familia los espera con ofrendas de comida, bebidas, frutas, copal, velas, y los clásicos panes de Días de Muertos. Como en todo México, los días 1 y 2 de Noviembre, son “Días de Muertos”, aunque aquí desde una semana antes se acostumbra ir al panteón para limpiar los restos óseos de familiares cercanos, los cuales son depositados en cajitas u osarios de madera en las tumbas coloridas. Al llegar al panteón, primero se limpian las casitas con escobas y brochas, lo hacen las mujeres vestidas con el típico terno peninsular de bordados llamativos; para ellas, sus muertos continúan vivos en una nueva etapa de la que deben estar pendientes, darles atención para que sigan buen sendero, pues consideran un deber acudir cada año para decirles que no están solos y los recuerdan; para ello a partir de las 3 años de muerto, cada año se limpian sus huesos y les cuentan lo ocurrido, mientras delicadamente desempolvan y limpian cada hueso con mantelitos y brochas. Es una limpieza ritual, primero se sacan y limpian los huesos inferiores, fémur, costillas, dedos, para concluir con el cráneo que se coloca sobre los demás huesos.
Media cabeza sobresale del osario, las cuencas vacías y la cara despellejada están dirigidos hacia el visitante; la envuelve un mantel con su nombre y grandes flores bordadas; estrechos pasillos comunican a todo el cementerio, suman cientos las tumbas de colores donde se aprecian los osarios de los que sobresalen los cráneos limpios, indicador de que se realizó el ritual con mucha devoción y cariño, como una forma de recordar a estos seres queridos que ya se adelantaron, y a quienes acompañarán en un futuro no lejano. Durante todos estos días, se realizan rezos dedicados a los muertos y cada casa en un altar les ofrenda comida, refrescos, dulces y juguetes a los niños, y agua, refrescos, bebidas, cigarros, flores y lo que acostumbraba comer o tomar en vida el adulto. Al preguntarle a una mujer mayor si le asusta tocar los huesos de los muertos, ella respondió: “¿Por qué debo tener miedo?, si los muertos no espantan, y que me puede hacer si es mi madre”. Al final cambian la manta bordada por una nueva; así, todo esto resume una manera intima de estar cerca de aquellos que en apariencia se han ido lejos, pero que en lugares como Pomuch siempre son recordados y estarán cerca.
DATOS EXTRAS
• Aquí también se llevan a cabo procesiones religiosas con la Santa Patrona del pueblo “La Virgen de la Purísima Concepción» y con el “ Santo Cristo del Amor”. Asimismo, se realizan corridas de toros, carnaval, desfiles escolares, etc.
• Se realizan dos eventos únicos de a región; aquí, se lleva a cabo el “Cochino Encebado”, que consiste en embarrar con cebo a un cerdo pequeño para después soltarlo, para que jóvenes y adultos traten de atraparlo, y quien lo agarre se lo lleva como regalo. Otro juego tradicional es el “Pollo Enterrado” el cual se entierra en el suelo y los participantes pasan con sus bicicletas para atraparlo de la cabeza que sobresale, aquel que logre sacarlo del suelo, recibe un premio en efectivo.
• En Noviembre se lleva a cabo la Feria del Pan Pomuch en el cual se corona a la Reina del Pan, donde participan las panaderías tradicionales, como El Pan de Pomuch, La Huachita, Los tres Reyes y La Conchita, de igual forma los panaderas exponen sus panetelas, pan batido, pan de elote, pan de mantequilla, y otros más sabrosos.
• Entre los atractivos turísticos están los vestigios de las ex-haciendas de Cholul, San Pedro y Montecristo, y a pocos Km está la cabecera municipal de Hecelchakán.
Texto y foto: Salatiel Barragán
Comments