¿Qué hay detrás del pan de muerto?: tradición, empleo y valor para las familias mexicanas
- malinalilopezg
- hace 1 día
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Detrás del pan de muerto existe una cadena de valor que involucra a miles de empresas y familias mexicanas —desde agricultores hasta panaderos—, y que genera más de 530 mil empleos directos, así como una importante derrama económica nacional durante las festividades del Día de Muertos.
En el marco de la celebración del Día de Muertos, el Consejo de la Comunicación, en colaboración con la Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México (CANAINPA) y la Panadería Tahona, llevó a cabo la experiencia “¿Sabes qué hay detrás del Pan de Muerto?”, una jornada para conocer el proceso de elaboración de este tradicional alimento y reconocer la gran cadena de valor que lo hace posible.
Durante la experiencia, el maestro Salvador Villalobos, presidente ejecutivo del Consejo de la Comunicación, resaltó el hecho de que detrás de cada pieza de pan de muerto existe una cadena de valor que involucra a miles de empresas y familias mexicanas la cual inicia desde el campo, con los agricultores, pasando por los transportistas hasta llegar a los panaderos y productores artesanales que mantienen viva una de las tradiciones más queridas del país.
“Durante estas fechas se impulsa de manera importante a miles de empresas, especialmente pymes, y por consiguiente a millones de colaboradores. En esta cadena participan sectores como la floricultura, las panaderías, el turismo, la hotelería, las artesanías, la gastronomía y muchos más”.
De acuerdo con datos oficiales, en 2024 la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDECO) estimó una derrama económica de 13 mil millones de pesos en la Ciudad de México por motivo de la celebración del Día de Muertos. Por su parte, la CANACO CDMX reportó una derrama de 70 millones de pesos derivada de la venta de flor de cempasúchil, beneficiando a más de 4,500 empresas.
Asimismo, el turismo reportó niveles de ocupación superiores al 80% en destinos emblemáticos como Oaxaca, Pátzcuaro y Cancún, y por arriba del 70% en ciudades como Ciudad de México, Morelia, San Miguel de Allende y Aguascalientes.
Por su parte, Julián Castañón, presidente de la Cámara Nacional de la industria Panificadora y Similares (CANAINPA), destacó la relevancia económica, cultural y social de la industria panificadora: “El pan es un alimento básico y profundamente arraigado en la dieta mexicana. Su consumo per cápita es de 36 kilogramos anuales. Del total, el 81 % corresponde al pan blanco —como bolillos, teleras y pan de caja—, mientras que el 19 % pertenece al pan dulce y la repostería, donde el pan de muerto ocupa un lugar especial”.
La industria panificadora mexicana combina tradición artesanal con tecnología moderna y está integrada por más de 54 mil panaderías, en su mayoría micro y pequeñas empresas familiares, que generan más de 530 mil empleos directos y miles de indirectos en todo el país.
Señaló que detrás de cada pan de muerto hay historias de esfuerzo, creatividad y pasión por mantener vivas nuestras tradiciones, pues más que un alimento, este ícono del Día de Muertos representa el trabajo de miles de familias mexicanas y la unión de distintos sectores que contribuyen al desarrollo económico y cultural del país.
El también administrador de la Panadería Tahona comentó que la elaboración de pan de muerto es un proceso que tarda entre 30 y 36 horas. Y en cuanto a las variedades, señalaron que se tienen registradas más de 900 variedades en todo el país, ya que además de los que conocemos comúnmente cada pan que formaba parte de un altar representaba la manera en que la persona había fallecido.
Añadió que desde la CANAIMPA trabajar para rescatar las tradiciones mexicanas, entre ellas la de el pan de muerto, que hace algunos años había dejado de tener importancia pero que, a partir de un evento que se hizo en el Zócalo en 1999 en el que se regalaron miles de piezas de pan -y donde nació el pan de muerto pequeño-, éste ha vuelto a cobrar relevancia. “Hoy en México nos ven como el país en el que la cultura de la muerte se ve con alegría, se ve con emoción, como parte de una gastronomía. En la panadería hay un patrimonio nacional y cultural que se debe de cuidar”, añadió.
Ubicada a tan solo unas cuadras de la Torre Latinoamericana, muy cerca del Centro Histórico de la Ciudad de México, la panadería Tahona tiene más de 70 años atendiendo al público, y es la única que está abierta las 24 horas del día. Y sí, aquí encontrarán pan de muerto tradicional y relleno de crema de matcha, chocolate Abuelita, oreo, galleta Lotus.













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